Este año se ha celebrado la 54 edición del tradicional «Baile de la Rosa» en Mónaco.Que se celebra desde 1954, con carácter benéfico a favor de la Fundación «Princesa Gracia». La Familia Grimaldi invitó a Pedro Almodóvar, quien hizo un amplio despliegue de lo que se llamó «Movida Madrileña», Tuvo lugar en el «Salón de las Estrellas» del Sporting Club de Montecarlo.

La reconstrucción de la fachada del tradicional Cine Doré de Madrid, los números de cabaret a la española, la «performance» entre las galaxias y las cloacas de un Paco Clavel estupendo y las hilarantes apariciones de Rossy de Palma sobre el escenario hicieron posible que el especatáculo recreado en el Madrid de aquellos años tuviese razón de ser allí en ese momento, en honor de Pedro Almodóvar.

Según Alaska, otra exponente de la llamada «Movida Madrileña», ésta «pega con todo». Fue la encargada de abrir el baile con el tema: «Miro la vida pasar».

Se parodiaron clásicos como «La vie en rose», «Ne me quite pas» y «Tómbola» contrastando con la intensidad de la voz de Luz Casal con su tema «Piensa en mí». Quedando justificada la mezcla del estilo monegasco con la escentricidad de la «Movida Madrileña».

Alaska tuvo unas emotivas palabras para la Princesa Carolina, quien a su juicio era quién debía enseñarles a ellos, no a la inversa.

Alberto II y Carolina, con sus respectivas parejas, Charlene Wittstock y Ernesto de Hannover, compartieron mesa con Almodóvar, Bibiana Fernández, Alaska y su marido Mario Vaquerizo. Junto a Karl Lagerfeld. En otra mesa se sentaron Carlota y Pierre Casiraghi. El gran ausente fue Andrea Casiraghi y también la Princesa Estefanía.

El cubierto costaba 750 euros. La decoración incluía 10.000 rosas y 4.000 claveles.