Ahora no se explica nadie cómo por un error administrativo el presunto asesino de Mari Luz, no ha ingresado en prisión, con dos condenas a sus espaldas por abusos sexuales, una a su propia hija, que hace 10 años que ocurrieron los hechos, por lo cual tenía una condena de dos años y nueve meses, y otra de una niña de nueve años que abusó de ella sexualmente, la sorprendió en la escalera de su vivienda.

El presunto asesino de la niña recurrió la sentencia dictada en 2002 por el Juzgado de lo Penal número 1 de Sevilla. La condena fue confirmada por La Audiencia  Provincial el 30 de diciembre de 2005. Estuvo en paradero desconocido y no se pudo notificar la resolución. Lleva seis años eludiendo su ingreso en prisión, por no tener una orden de busca y captura.

El ahora detenido tuvo la desfachatez de pedir 60.000 euros al profesor de educación física de su hija, denunciándole por los abusos sexuales que él había cometido, presentando falsos informes médicos, y diciendo que él no había sido, que era el profesor. Se necesita tener poca vergüenza para incriminar a una persona inocente con ánimo de eludir la justicia y de paso sacar dinero. Este pobre profesor estuvo un año de baja por depresión, por todo lo sucedido.

Durante todo este tiempo el presunto asesino de Mari Luz, ha seguido buscando a menores utilizando todos los medios a su alcance. Llegó a hacerse pasar por una niña, para entablar amistad con otra menor, todo esto por Internet, y llegó a presentarse en la casa de la pequeña diciendo que estaba enamorado de ella. Incluso se matriculó en el instituto de la niña, para estar más cerca de ella, trasladándose a Gijón. La familia acabó denunciándole y le pusieron una orden de alejamiento.

Con tales antecedentes, no se comprende como esa persona seguía en libertad, es algo que van a investigar para aclararlo. Además La Ministra Maria Teresa Fernández de La Vega ha pedido responsabilidades, y ha prometido investigar lo sucedido, cayendo todo el peso de La Ley sobre los culpables.

Por favor que esto no vuelva a suceder con ningún otro niño, que haya unas condenas más severas y que tengan bien localizados a todos los estos violadores asesinos, no tenía que haber ni uno en la calle.