El bailaor Juan Manuel Fernández Montoya, conocido como «Farruquito», que se encuentra cumpliendo una condena por el atropello mortal de Benjamín Olalla, acaba de obtener el Tercer Grado. Lo cual le permitirá salir y sólo volver a la Prisión «Sevilla II» para dormir. Se le ha concedido el Tercer Grado, según  el Portavoz de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias por «buen comportamiento».

En 2005 fue condenado por el Juzgado de lo Penal nº 8 de Sevilla.por dicho atropello el 30 de Septiembre de 2003. Se había saltado un semáforo en rojo yendo a 90 km por hora, cuando la velocidad máxima permitida son 50, adelantando por el carril contrario a los vehículos que se encontraban parados en el semáforo. Posteriormente se dio a la fuga.

Con total frialdad fue a reparar su BMW a un taller de Málaga, a más de 200 km del lugar donde cometió el delito, en Sevilla. Al descubrirse que fue él el autor, intentó inculpar a su hermano con la intención de aprovecharse de la Ley del Menor. Al final, confesó, cuando la Policía lo incriminó, gracias a unas escuchas telefónicas, realizadas a su familia por una investigación sobre tráfico de drogas.  Y, según la versión de periodistas que lo habían entrevistado años atrás, ya desde muy joven conducía sin carnet de conducir.  Tuvo la suerte de que, por confesar, eso sirviese de atenuante para minimizar la pena. Un «arepentimiento espontáneo» que a él le libró del peso de la Justicia, tan injusta en tantas ocasiones. Dado que no tenía antecedentes, la pena fue reducida a  16 meses de cárcel, quedando en libertad condicional. Fueron 8 meses por la denegación de auxilio y otros 8 por la imprudencia grave, por no prestar auxilio a quien acababa de atropellar, Benjamín Olalla,  y que tal vez se hubiese salvado, de no ser por su cobardía.Se consideraron las faltas más leves, pero no la de homicidio, que aunque fuese involuntario, con la denegación de auxilio, le convirtió en asesino. Se fijó una indemnización de 102.483 euros para la viuda  y de 16.550 para los padres del fallecido, Benjamín Olalla, de 35 años.

Ingresó en prisión, en el Centro Penitenciario de «Sevilla II», el 16 de Enero de 2007, a las 17:17 horas, tres años después del atropello a Benjamín Olalla. El 5 de Septiembre de 2006 fue condenado por la Audiencia Provincial de Sevilla a 2 años de cárcel por homicidio imprudente en concurso con un delito contra la seguridad en el trafico, y a un año más por la omisión de socorro. El Juez denegó la sustitución de prisión por multa o trabajos comunitarios, dada la gravedad del delito que cometió. No sólo ya por el delito en sí, sino por no auxiliar al atropellado, por el que quebró las normas fundamentales de la solidaridad humana. Y, ahora, paradógicamente, por «buen comportamiento» en prisión le dan el Tercer Grado. Si hubiese tenido ese buen comportamiendo cuando atropelló al pobre Benjamín, y no se hubiese dado a la fuga, tal vez ahora en vez de dormir en la cárcel dormiría en su casa y al atropellado no tendría que llorarle su viuda. Y es que hay cosas tan inexplicables y tan injustas…