Gaspar Llamazares encarnó ayer la imagen de la derrota. El líder de Izquierda Unida anunció su dimisión después de que su partido protagonizara el gran batacazo electoral del 9-M. Perdió más de la mitad de sus diputados y no podrá formar grupo propio por primera vez en su historia. De hecho sólo tendrá dos representantes en el Congreso frente a los cinco de 2004. La debacle es aún más rotunda si se miran los resultados de 2000, cuando la coalición obtuvo nueve diputados.
«Asumo toda la responsabilidad», manifestó Llamazares, que anunció la convocatoria de una asamblea federal antes del verano para elegir a su sucesor. El político nacido en Logroño no escatimó adjetivos a la hora de valorar los pobres resultados de la coalición: 935.000 votos, sólo un 3,83% del total. Habló de «fracaso sin paliativos» y también de un «duro golpe a la diversidad política». Este descalabro termina de hundir a una coalición que obtuvo su mayor respaldo social en las elecciones generales de 1996, con más de 2,5 millones de sufragios y 21 diputados. Una legión de representantes en comparación a los dos únicos escaños que ahora ocuparán en la Cámara.
Llamazares reconoció que IU ha sido víctima del «tsunami» del bipartidismo. «Nos han marginado y nos ha arrollado el tsunami del PP y PSOE», insistió. Pero el líder de izquierdas advirtió de que «hay quien le ha hecho un flaco favor a la democracia», en clara referencia a socialistas y populares. El coordinador general también expresó su malestar por el actual sistema electoral. Y calificó de «injusto» el resultado, porque la coalición de izquierdas dobló en votos a muchos partidos que, sin embargo, gozarán del doble de representación en el arco parlamentario.
Con todo, el líder de izquierdas felicitó a sus correlegionarios por el «generoso» esfuerzo realizado durante toda la campaña y se despidió con un mensaje de optimismo y esperanza: «Existe un espacio social para nuestra formación, un espacio de pacifismo, de defensa de la naturaleza y de reconocimiento de los derechos de los trabajadores», aseguró. «Nuestro proyecto sigue vivo y vamos a trabajar para revitalizarlo», aseguró