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Millán Salcedo y su paso estelar por el programa “Balas de Plata”, de TVE
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Especial 'Supervivientes 2011'
 
Millán Salcedo y su paso estelar por el programa “Balas de Plata”, de TVE
lunes, 5 de mayo de 2008 a las 5:27
Emilia Meneses

 El cómico, ex componente del dúo, que primero fue trío, «Martes y Trece»,  nos deleitó, una vez más, en una entrevista al estilo de Lorena Berdún. Discreta, educada y cordial. Como es Lorena, a pesar de la etiqueta que parecía tener a raíz de presentar su anterior programa, en TVE, donde hablaba con total claridad del sexo. O en vano es sexóloga y muy desinhibida ante las cámaras. Y una excelente presentadora. El programa es de lo poco bueno que hoy día se puede ver en Televisión.

En el programa que ahora presenta Lorena cada jueves, en TVE-1,  «Balas de Plata», pudimos ver un Millán Salcedo mucho más «formal» y sosegado, de lo más divertido, como siempre es, y de lo más ocurrente.

Atrás quedan los programas de Fin de Año, junto a Josema Yuste. El dúo «Martes y Trece», que tanta añoranza nos porduce, tras su separación hace unos años. Ambos afirman que no hubo problemas entre ellos, como las malas lenguas apuntan, y, que, simplemente se separaron porque ya no tenían el mismo éxito que antes. Y qué añoranzas nos producen, frente a los «bodrios» que ahora nos ponen en las Nocheviejas, en general, en todas las Cadenas. Carentes de todo interés. Y de tan mal gusto.

Millán contó a Lorena los nervios que pasaban, cuando no había tanta actualización de noticias en los Medios de Comunicación y había que esperar al 2 de enero para leer en los periódicos la reseña de la audiencia que había tenido el programa de Fin de Año. Y que eso le producía una «úlcera psicosomática».

¿Quién no recuerda las parodias sobre la gran periodista y locutora Encarna Sánchez, con las ya tan famosas «Empanadillas de Móstoles». O sus parodias de Encarna con Isabel Pantoja, cuando parecía que sacaban a relucir intimidades de ambas en común, que ellos mismos no hicieron. Como han declarado muchas veces. Pero las malas lenguas quisieron ver ahí lo que luego casi se confirmó, acerca de la supuesta relación sentimental de Isabel Pantoja y Encarna Sánchez. O las parodias de Gloria Fuertes. Era genial Millán imitando a Gloria. Cuando TVE no era lo que ahora es y no había tanta competencia o, cuando la hubo, siempre se llevaba la mayoría de la audiencia.

También contó Millán cómo coincidió, con Verónica Forqué, a la que en sus comienzos él no conocía. En su época de estudiante, con su texto «Esperando a Gogó». Le suspendieron, pero qué lejos estaba de imaginar a dónde llegaría su carrera luego.

Lorena comentó que ambos habían estado a punto de trabajar juntos en «La señorita de Trevélez».

Millán reconoce que ahora no le atrae trabajar en TV por la guerra de audiencia. Que, mientras en un Canal pongan algo serio, bueno, culto, ameno… se lleve la audiencia la «telebasura». Como él mismo dijo: Que, mientras hay algo bueno en una Cadena, «en otra salga una «Choni» que se está tirando a Paquirrín». Y eso gane audiencia. Y, desgraciadamente, no le falta razón. Ahora es la «basura» lo que vende.

Recuerda con cariño cuando grababan «La Corte del Faraón», con Ana Belén de protagonista y a las 6 de la mañana, con sus «tonterías», ella se tronchaba de la risa. Tanto con ella como con Víctor Manuel tiene una gran amistad.

Fue sastre y eso le ayuda a crearse sus propios diseños, como el que saca en su espectáculo «El  Piano Verde». En principio, en escena por 5 semanas. Volver a los escenarios ha sido muy positivo para él, acostumbrado a trabajar cara al público, aunque a veces , por exigencias del guión o la obra, tuviese que dar la espalda al público, y le costase adaptarse a ello. Lo que agradece a Miguel Narros, con la obra «Herodes», y a Nacho García, con «La Eterna Canción», donde le enseñaron a mostrar sus sentimientos, aunque tuviese que hablar dando la espalda al público. Acostumbrados como estaban, tanto él como Josema, a no tener dirección en sus espectáculos, improvisando hasta el punto de que un «scket» en teatro podía lo mismo durar 5 minutos que 20, según la respuesta del público.

Reconoce que pintar y los collages son su mejor foma de liberarse de otras aficiones para matar el tiempo o caer en vicios. Guarda todo tipo de publicaciones de propaganda que echan por los buzones, para luego recortar y hacer los collages. Con la anécdota de usar las tijeras que pertenecieron a su madre, ya fallecida, y a la que tiene muy presente. Recordó lo duro que fue despedirse de ella y cómo, aunque el momento era tan triste, lógicamente, sus amigos no podían evitar reírse con él cuando hablaba con ellos en el tanatorio. Su madre, que fue una luchadora y se marchó a Madrid con sus tres hijos aún pequeños. Vendieron la casita que tenían en Puertollano, entonces un pueblo minero, de la provincia de Ciudad Real. Lorena contó que ella es de Daimiel, por lo que tienen cosas en común, en cierto modo.

Millán contó su admiración por Woody Allen, pero sólo por su ingenio, no por su físico, y por Chiquito de la Calzada, aunque a él los chistes le gustan cortos. Pero le parece un fuera de serie el humorista. Hay gustos para todo, claro está.

Lorena, la mujer de las efemérides, le comentó como anédota curiosa que él nació el mismo año que la Rana Gustavo y que Bill Gates. Pero, mientras a él la singular rana le gusta, además de por el color, en informática se declara nulo. Incluso habiéndole regalado su sobrina un ordenador portátil, pero ni tan siquiera tiene Internet ni de momento lo piensa poner. Ni usa teléfono móvil.

Millán afirma que no tiene ninguna espinita de no haber hecho siempre lo que ha querido, y siempre contando con el apoyo de su madre. Trabajando siempre en lo que le gusta. De él afirma Óscar Ladoire que sólo tiene un defecto: «ser del Madrid». Se declara lector asiduo del «Marca», aunque a la Ministra Chacón no le caiga en gracia y haya prohibido en muchos sitios la versión cibernética del Periódico. Con la de cosas peores que se podría dedicar a prohibir la pobre mujer…

En el peculiar test de Lorena, contestó su preferencia por las populares y archiconocidas berenjenas de Almagro, frente al Teatro.Así como los cómics de Mortadelo y Filemón, frente al «Código da Vinci». Los pingüinos, de los que él está seguro que se copió Charles Chaplin para dar vida a su «Charlot». No toma ya refrescos ni alimentos con gas, muy a su pesar, porque es un gran adicto a ellos. Y entre la alternativa de la Zarzuela o cantar en la ducha, se declara admirador de ambas cosas y agradecido al internado con los curas salesianos de Ciudad Real, donde le enseñaron a amar la Zarzuela. Y a los que debe mucho. Ya se le nota en los enormes Valores que tiene.

Frente a «Cien Años de Soledad» o «Amor en los Tiempos de Cólera», se decanta por la primera. Gran admirador de García Márquez. Y de los «Beatles», «Scorpions» y «Barón Rojo», pero en las canciones románticas, las baladas,  que, como añadió Lorena, es lo que mejor suelen bordar los grupos más «rockeros» o «heavies». Millán es amigo de «Barón Rojo», de quienes habla muy bien, así como de su amiga Carolina, esposa de uno de los componentes del Grupo.

En definitiva, una entrevista de lo más amena. En un Programa que es de lo poco bueno que se puede ver hoy en Televisión. Y una presentadora acorde con él.

¡Felicidades, Lorena, por esta faceta para muchos desconocida!