La noticia nos dejó atónitos a los ciudadanos de a pie, cuando, hace unos días, Telma Ortiz nos sorprendía con una denuncia a 57 medios de Comunicación, exigiendo que no se publique nada sobre ella, no fotos, ni reportajes, ni su imagen…
¿Tiene derecho a exigir eso, máxime cuando su padre es periodista y su hermana, antes de ser quien es, era igualmente periodista y se ganaba la vida trabajando en los informativos de Televisión Española?
¿Ha olvidado esta señora que, lo quiera o no, es hermana de la futura Reina de España y, por lo tanto, un personaje público?
Cuando ha habido eventos en los que le ha interesado figurar y ser «la hermana de Letizia», ha aparecido en los Medios de Comunicación. Y, cuando, ha escrito un libro, para recoger fondos para la Cruz Roja, ha reunido a los Medios de Comunicación para hacer publicidad del libro.
Lo quiera o no, no puede desvincularse del punto de mira de la opinión pública. Hubiese quedado mejor pidiendo por favor que se la respetase, dado que «sólo» es la hermana de la futura Reina de España y pidiendo un anonimato para su hija, que nunca va a lograr. Siempre que haya algún evento familiar en el que esté invitada, estará «en la foto». La Casa Real siempre ha mantenido muy buenas relaciones con los Medios de Comunicación y siempre se les ha respetado. ¿Causará esto un problema con los Medios de Comunicación a la Caa Real?
¿Tiene derecho a una privacidad, cuando luego usa sus privilegios a conveniencia? Inscribió a su hija, de nombre Amanda, en los Juzgados madrileños de la Calle Pradillo, fuera del horario de atención al público. Y ni siquiera fueron ella y su pareja, como manda la Ley al no estar casados, a inscribir ambos progenitores a un hijo común. Se rumorea que el padre de la niña pudiera ser que sí se eprsonase allí, pero que ella no fue. Tenía cita y dejó plantados a los funionarios que la iban a atender. Cosa que les ha sentado muy mal.
Y para más «inri», y según pudimos ver en el Programa «La Noria», de Tele 5, fue un guardia real a los Juzgados de la Calle Pradillo, de Madrid, a por los papeles para llevarlos a la casa de Telma y que ella los firmase. ¿No es eso trato de favor que el resto de los ciudadanos no tenemos? Si quiere que se la trate como a cualquier ciudadano de a pie, ¿no debería haber cogido número y esperado su turno como hacemos el resto de los ciudadanos sin sus privilegios?
El día 12 es el Juicio, una friolera de 9 horas mínimo, esperan a la pobre Jueza para escucharla a ella y escuchar la réplica de los 57 Medios de Comunicación a los que se quiere prohibir el derecho a informar. A todas luces perderá la demanda y su pareja, que es abogado y quien parece, según se comenta, que es el que la ha inducido a semejante locura, tendrá que salir al paso, tanto él como ella a pagar costas de Juicio, etc, etc. Una sentencia millonaria que a ver de dónde va a pagar.
Habrá que esperar al día 12 y ver las reacciones, mientras, de la Casa Real, que, en principio, se desvinculan, según se dice, de la locura que esta señora ha cometido. Por otra parte, el padre, Jesús Ortiz, periodista, rehúsa contestar a los periodistas, a sus compañeros de profesión. La madtre aún sin decir nada, al menos siempre tiene un gesto amable para los compañeros de profesión de su marido.
En el caso hipotético y nada probable, de que ganase Telma el Juicio sentaría un precendente y se echarían encima de los Jueces los famosos y famosos de turno, y parásitos aledaños, «frikis», como se les denomina ahora, seres sin oficio ni beneficio, pidiendo el mismo respeto. Y reservándose el derecho a vender cuando les conviene y a pedir respeto cuando no les apetece salir fotografiados o no necesitan el dinero que eso les genera. ¿Cuántos beneficios ha ocasionado Telma a la Cruz Roja desde que es la hermana de la futura Reina de España? ¿Opinará lo mismo que ella la Cruz Roja, cuyos ingresos seguro que se han multiplicado por mucho gracias a ser Telma Ortiz, la hermana de Letizia Ortiz?
El día 12 tendremos las respuestas…
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