Britney Spears, al fin ha podido recuperar a sus hijos tras varias semanas de ingreso por problemas de alcohol y drogas, en los que cayó tras su divorcio.
Aunque la llamada «Pricesas del Pop» aún no las tiene todas consigo, al menos ha podido ver a sus hijos tras estas semanas de ingreso. Sean Preston, el mayor, de dos años, y Jayden James, de uno. Sin duda serán la mejor terapia para que la cantante recupere la sonrisa y no vuelva a caer. Aunque, de momento, la custodia la tiene su ex, Kevin Federline.
Y, como la Justicia es igual en todas partes, pues ya dice un refrán español, que al perro flaco todo se le vienen pulgas… y la pobre Britney tendrá que pagar unos 381.000 euros en gastos de abogados y los 238.000 que ha gastado su ex en los suyos. Un duro precio para no haber logrado aún la custodia.
Pero Britney no está sola. Cuenta con el valioso apoyo de Mel Gibson, quien en su día admitió su adicción y la anima en estos difíciles momentos.
Esperemos que pronto supere todos los problemas y pueda estar cerca de sus hijos, sin duda, lo más importante para una madre.