La polémica está servida. Parece que no se ha casado nadie nada más que ella. Esta mujer, a la que Jaime Peñafiel denomina vulgar y soez, que saltó a la fama tras «cazar» al que entonces era el don Juan de los toreros y que ha protagonizado numerosos espectáculos en televisión y a la que han dado trabajo como colaboradora en diversos programas a pesar de ser tan vulgar y chabacana.

Lleva «vendiendo» su boda meses. Asegurando que a toda costa se casará con el que se supone es su novio de toda la vida, Fran. Va de estrella por todos los platós. Y ahora va «vendiendo» la supuesta discriminación por parte de los modistos más famosos y cotizados. Va diciendo que no la han querido vestir para tan especial día. Y ni siquiera sabe ni conoce los nombres de tales modistos a los que acusa de no querer venderle ningún modelo nupcial de sus colecciones. Es normal que ninguno quiera ensuciar su nombre, su firma y su prestigio vistiendo a Belén Esteban.

La realidad parece otra. Según alguno de los modistos entrevistados, a los que se acusa de estar aprovechando el tema para hacerse publicidad, no tienen tiempo de hacer su traje, las clientas no quieren ver sus modelos exhibidos por tan vulgar personaje y tras ser preguntados, a tal pregunta lo que responden es que ella lo que pretendía era pedir el vestido regalado, sólo por ser quién es y por su «cara bonita».

¿Quién es el o la culpable o causante de tal «desgracia» de Belén Esteban, cuyo único  «mérito» ha sido darle una hija a Jesulín de Ubrique y salir en todos los programas de televisión convirtiéndose en el personaje más vulgar, hortera y chabacana.

Lo que sí es cierto es que esta señorita está embolsándose un gran dinero a costa de todos estos «chismes» que se están vendiendo con la supuesta boda. Tiempo al tiempo y luego veremos que todo es un montaje más de los que nos tiene acostumbrados.