El actor Andrés Pajares Martín tuvo que ser ingresado durante unas horas el pasado día 28 a raíz de un altercado que protagonizó en la habitación del Hotel en el que se alojaba.

Parece ser que tras una discusión con una periodista y el fracaso en la representación teatral, con muy pocos espectadores, llevaron al actor a una crisis nerviosa, según los informes médicos, y tras la mezcla de alcohol con otras sustancias, aún sin confirmar, se sintió en la más absoluta soledad, por lo que recurrió a su ex pareja, Conchi, a la que efectuó una llamada telefónica y la que al parecer ha sido su única acompañante en estos complicados momentos, con unos hijos que se despreocupan totalmente de su padre y, en cambio, venden sus trapos sucios en los medios de comunicación.

Andrés acababa de estrenar, el pasado día 6 de Febrero la obra «A mi manera», escrita y dirigida íntegramente por él, en el Teatro Arlequín, de Madrid. Pretendía hacer 50 representaciones, una por cada año que lleva en el mundo del espectáculo.

Nacido el 6 de Abril de 1940, en Madrid, ha cosechado en sus casi 70 años infinidad de éxitos, pero, el que no ha cosechado es el del cariño y el apoyo de sus hijos.

Invitado en el programa «¿Dónde estás, corazón?», Andrés Burguera, hijo del actor, no nos aclaró nada nuevo. Fue un «partido» más de ping pong, al que nos tienen acostumbrados estos periodistas de la prensa basura y el espectáculo televisivo más chabacano y soez. Acusaciones enfrentadas, supuestas o reales sentencias firmes, que María Patiño usó para «agredir» verbalmente a Andrés, recordando sus encuentros verbales con la que fuese su madre adoptiva, y la que parece le considera hijo, y él detesta, odia y ofende. Y reniega de esa relación de «madre e hijo» ya que no es su madre biológica y parece ser que nunca la ha aceptado ni ella le ha tratado bien, según defiende él. Sea «culpable» o «inocente» de despreocuparse del grave problema de su padre, le presionaron demasiado subjetivamente.

Nunca sabremos la verdad, acerca de si el éxito llevó al actor a las drogas o las drogas le han llevado al fracaso. Desde luego con hijos así, no es de extrañar que se sienta solo y que diga que se quiere morir. Y, su hijo, sin un solo gesto de preocupación o una sola lágrima, «lidió» a las mil maravillas el aluvión de improperios y acusaciones que le lanzaron.

Lo cierto es que ya Andrés Pajares, a sus casi 70 años no es ni la sombra de lo que era. Y ahora se siente frustrado y piensa que sólo sirve para dar pena y hacer llorar. Y asegura que su único deseo es quitarse la vida. Parece ser, según afirma Conchi, que él quiere volver a reanudar la relación que no hace mucho ambos mantuvieron, pero ella le ofrece un año a cambio de que se aparte de las drogas. Y reconozca su problema.

Esperemos que esta mala racha pase para este genial actor y podamos verle de nuevo pletórico de facultades, como siempre.