Aunque sólo la vi a ratos, bastaron para comprobar que en su inicio, desarrollo y casi también final, parecía calcada a la que le hicieron en su día a Bárbara Rey. Incluso hubo otra tirada al suelo, esta vez no de revistas sino de dos euros, en otra de las ventoleras a las que la visceral periodista, conocida cariñosamente como «La Patiño», nos tiene acostumbrados…

 La tensión en plató, se podía cortar con un cuchillo, y dió rienda suelta al histerismo en comentarios y actitudes tanto de Gema y María, como de la propia invitada. Sobró chulería, y faltó moderación por parte de Ximo Rovira que, en esta ocasión, viéndose desbordado por las maneras altaneras y de domadora de «fieras y leones» de Mayte, «se borró» directamente del circo. La hicieron aparecer como «inocente,ingenua», como si no sólo, no hubiera roto un plato en su vida, sino que tampoco tuviera apenas nada de lo que arrepentirse…Eso son tablas, de la ley de Mayte claro…

 De nada valieron las tácticas de guerra que emplearon para atacarla, porque salió airosa de la encerrona. Primero, la propia invitada inició un diálogo para besugos con María Patiño, equivocadamente y sin reacción por parte de la dirección del programa, a mi entender, Marbella ni empieza ni se acaba con ellas, y ninguna de las dos puede erigirse en portavoz del sufrido pueblo marbellí. Luego salió Chelo de sorpresa para combatir las declaraciones de Mayte acerca de la entrevista que aquella hizo a Isabel Pantoja, al decir que » sus respuestas le parecían ridículas». La siempre alerta Mayte no entró al trapo con ella. Y finalmente el «bueno» de Gustavo, (que no se como se las apaña pero siempre la lía) con un vídeo en el que se pudieron ver las críticas que muchos habitantes de Marbella, hartos ya de tanto engaño y corrupción, hacen de Mayte y su excesivo, (para cualquiera de los mortales), modo de vida.

 El caso es que la entrevista no aportó nada nuevo, se basó en afirmaciones que ya había hecho Mayte en el informe previo para asistir al programa, pero en ningún momento las desarrolló. Actuó a la defensiva, y se cebó con María Patiño y su credibilidad, cuando a toda luces, ella misma no puede presumir de ninguna.

 Todo se limitó pues, a un cruce de acusaciones, («mientes»,»no, mientes tú»), improperios, pero sin embargo cada una de las partes consiguió lo que quería, así DEC logró pasar del 20 % de audiencia por fin, y Mayte se llevó su dinero, se disculpó con María «si la había ofendido como periodista», y todos tan contentos…

 Pero ¿a qué precio?…, porque flaco favor se le hace así al Periodismo, (al de verdad, me refiero); la cadena, contribuye a financiar la defensa de una imputada en un delito de blanqueo de dinero; María, pasó un mal rato, y no pudo hacer su trabajo, no «la dejó» y los demás, asistimos a un espectáculo destructivo…A mi, no lograron «retenerme» más minutos ante la pantalla y sólo»me entretuve» para hacer un análisis crítico de la «tele-realidad», más show que informativo, más novelesco e instintivo que real y racional.