Es uno de los actores más queridos por todo el público. Simpático, cómico por excelencia, aunque también borda los papeles dramáticos como nadie. Uno de los más grandes que hemos tenido. Nos anuncia su retirada. Acaba de recoger el Premio a toda una Carrera. Un merecidísimo premio que no todos tienen la suerte de recoger en vida y disfrutar.
Nació en Pamplona el 3 de Marzo de 1933. Hijo de un Capitán de la Guardia Civil. A los 12 años se traslada a San Sebastián, donde estudió Derecho. Fue precisamente en la Universidad donde tuvo su primer contacto con el Teatro. En 1958 se traslada a Madrid. Empezó siendo actor de doblaje, debutando en 1962 en el Cine de la mano de José Mª Forqué, en la exitosa película «Atraco a las 3».
En sus 40 años de profesión ha hecho más de ciento veinte películas, entre las que destacan «El Verdugo», de Luis García Berlanga, «Nobleza Baturra», de Juan de Orduña» y «Ninette y un señor de Murcia», de Fernando Fernán Gómez. Después de éstas protagonizó otras del tipo de «No desearás al vecino del quinto», dirigida por Ramón «Tito» Fernández, en lo que se conoce como el «Landismo», dirigidas en su mayoría por directores como Mariano Ozores, Pedro Lazaga, Ramón Fernández y Luis M. Delgado.
En 1976 con «El Puente», de Juan Antonio Bardén empieza lo que se podría considerar una tercera etapa en su trayectoria. Colabora en «La Vaquilla», de Luis García Berlanga, «Los Santos Inocentes», de Mario Camus, «Los Paraísos Perdidos», de Basilio Martín Patiño, «Las Verdes Praderas» y «El Crack», de José Luis Garci, «Tata Mía», de José Luis Borau, «El Bosque Animado», de José Luis Cuerda, «La Próxima Estación», de Antonio Mercero y «El Rey del Río», de Manuel Gutiérrez Aragón.
También cosechó grandes éxitos en la pequeña pantalla gracias a su participación en series como «Confidencias» (1963-1965), «Tiempo y hora» (1966-1967) – ambas de Jaime de Armiñán -, «Ninette y un señor de Murcia» (1984), de Gustavo Pérez Puig, «Tristeza de amor» (1986), «El Quijote de Miguel de Cervantes» (1991), de Manuel Gutiérrez Aragón, «Lleno, por favor» (1993), de Vicente Escrivá, «Por fin solos» (1995) o «En plena forma» (1997).
El pasado año la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de España le concedió el Goya de Honor por el conjunto de su carrera, que incluye premios tan importantes como el de Cannes y dos premios de la Academia.
Pocas veces en este país se reconoce los méritos a toda una Carrera, pero él ha tenido esa merecida suerte y que la disfrute muchos años. Anuncia su retirada, pero esperemos que no sea definitiva y poder disfrutar de su talento y saber hacer, aunque sea en colaboraciones esporádicas. ¡Enhorabuena, Don Alfredo, uno de los mejores actores del Cine Español, por tan merecido Premio!