Se subieron a «La Noria» para vender la enésima entrega del montaje de su «amor».

El pasado sábado, día 26 tuvimos ocasión de presenciar una vez más el gran montaje de esta «pareja» que pretende que nos creamos su «amor». Se subieron un día más a «La Noria» para dar vueltas al mismo tema: su «boda». Se deben de creer que la audiencia es tonta y no sabe discernir la mentira de la verdad, o el amor del montaje. Sólo cuatro adeptos seguidores de ambos, o más bien, de ella, de sus basuras pornográficas que sigue alardeando por internet en videos en diversas webs, por ejemplo la de Tele 5… de haberlas protagonizado, muy orgullosa de ello. Incluso dando detalles de lo que hacía y de lo que se encargaba cada una de las que participaban en esos vídeos. Para que luego digan sus cuatro adeptos que pobre chica, que por qué le recuerdan su pasado desastroso y vergonzoso, entre pornografía, drogas y alcohol, de donde el señor José Manuel Estrada, «Pipi» para los amigos y las amantes, alardea de haberla rescatado…

La «parejita» se desdice en muchos aspectos y no hay nada más que ver su reacción cuando les preguntan sobre declaraciones que uno u otra han realizado a diferentes medios, sin conocimiento del otro o la otra. Ahí ya, fingen estar cada día más felices y unidos.

Él no puede apearse de ese machismo, del que se le escapó a ella decir que no le deja tener con ella. Hizo alarde de que ella es su patrimonio, su hija es su patrimonio. Y aparte, el dinero que gana, afirma que es de los dos. Ella misma reconoce que mientras ella no trabajaba, por estar embaradaza, él la mantenía (claro, y la sacaba de sus adicciones) Muchas mujeres decentes compaginan el trabajo con el embarazo y no se les caen sus anillos. Y hasta última hora no pueden cogerse la baja para luego aprovechar mejor los meses de maternidad. Pero, claro, con el «trabajo» de ella y gorda como una vaca, como ella misma reconoció estar con los kilos que cogió en el embarazo, dónde iba a trabajar si la «ingeniera informática» no tiene Título… Claro, eso explica que diga ahora que el dinero es de ambos, todo de ambos, pero el «premio» es de ella. ¿Hasta cuándo aguantará «Pipi» mantenerla? ¿Hasta que a ella le salga algún contrato en su «oficio», para el que, según afirman los que consumen ese tipo de filmografías, ni siquiera valía…?

Extremadamente delgada y patética de aspecto, inflada por la silicona, y con un índice de colesterol alto y alguna otra «reliquia» más de la isla, se nos presentó enseñando unas piernas que mejor las puede cubrir, argumentando que ha engordado kilo y medio, y saliendo a la luz declaraciones de «Pipi» en las que dice que está tan delgada que se le clavan sus huesos al abrazarla. Es que no se puede tener todo. Ella el orgullo de haber ganado un concurso no exento de tongo y él orgulloso de haber «amaestrado» una gallina y haber «criado» hemorroides en la isla…

A las «acusaciones» de no haber ni mencionado a su hija en los 88 días de concurso, ella se escuda en que no iba a ser como otra, que iba en plan «madre coraje» para dar lástima. Tirando dardos envenenados a Lely, mucho más decente, más mujer, mejor madre y mejor concursante, que ella mil veces… No le llega a la altura de las sandalias… Y es que para todo hay clases…

Y Karmele defendiendo lo buena madre y pareja que es porque cuando pescaba pececillos a unos les llamaba «Pipi» y a otros «Pipina», en honor de su pareja y de su hija. A cualquier cosa llaman ser buena madre. Seguro que por eso, y por su instinto de supervivencia sobornaba así a los cámaras para obtener comida, según cuentan los que lo vivieron en primera línea.

Y pudimos ver a una Karmele ahora muy diplomática. Ya se ve que no le pagan por hacer circo como hace ahora Risto para la misma Cadena. E intentando disimular que en su día, no hace mucho, dijo que era una pareja abocada al fracaso, porque «ella le había comido mucho el coco a Miriam» para que dejase a «Pipi». Ahora se autoinvita a la «boda» como madrina y ella misma tira la indirecta del atasco en los Juzgados, por las huelgas de funcionarios. Justificando el retraso que dicho bodorrio vaya a sufrir.(Claro que todo el mundo no tiene la suerte de ser Telma…) Y el señor Estrada, que no tiene pelos en la lengua, sale con que su amigo el Alcalde de Estepona lo puede arreglar todo para tener los papeles a tiempo y casarse este verano. Obvio que habrá tongo y hasta serán capaces de «comprar» al Alcalde o inventarse lo que sea para vender la «boda» y luego la separación. ¿Escribirá «Pipi» un nuevo libro con los secretos de alcoba con Lucía Lapidra? Tiempo al tiempo…

En definitiva una entrevista más. Más de lo mismo… O sea, nada. Una comedia que no saben «vender» porque se ve a la legua que es tan falsa como ellos dos.